RELACIONES
PÚBLICAS EN LA
GESTIÓN DE LA
COMUNICACIÓN
INTERNA

La comunicación interna es la base para una única comunicación externa. Las
relaciones con los públicos internos deben estar englobadas dentro de una cultura corporativa
en la que estén asentadas la comunicación bidireccional, la responsabilidad, la motivación o la
participación de los empleados, haciéndoles sentir parte fundamental y pieza clave para el
logro de las actividades y objetivos organizacionales.
Una buena gestión de las relaciones internas lleva implícita su aplicación desde los
modelos de comunicación bidireccional, donde la responsabilidad social deja de ser un
objetivo de la comunicación para formar parte de su propia naturaleza y de su razón de ser.
Parece que, hoy por hoy, cuando se habla de las empresas galardonadas por ser socialmente
responsables, además de hacer alusión a sus acciones solidarias, a colaborar con la comunidad
o a respetar el medio ambiente, también se incluye la variable de mejorar las condiciones de
sus empleados. Si consideramos que para proyectar una buena imagen externa o una
comunicación exterior positiva se hace imprescindible contar con una situación interna en
armonía, las organizaciones deben empezar a incluir en sus planes estratégicos las relaciones
con los empleados como base de sus relaciones con el resto de públicos, los externos. De nada
sirve una publicidad masiva sobre los logros de una organización, sobre posiciones en el
sector o incluso sobre el lugar que se ocupa en el ranking de reputación corporativa, si
internamente se descuida al verdadero motor de los logros que se publicitan.
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